domingo, 23 de marzo de 2008

EL LORO EN EL LIMONERO, de Chris Stewart

Continuación del libro anterior, Entre Limones, del mismo autor es una fidedigna continuación, valga la redundancia. Son nuevos capítulos pero siguen la misma temática y la misma narrativa, ya que es la historia de Chris y Ana y ahora su hija Chloë, en El Valero, el cortijo medio derruido que compraron hace unos años (está contado en tiempo real, a mediados de los 90, aunque no estoy muy seguro de los años que describe).
La historia es de un currante, que nadie piense que es un pijo inglés con pasta, levantando un cortijo y viviendo del cuento, para nada. Chris es un esquilador de ovejas que le gusta vivir en el campo. Vive de un par de docenas de corderos que vende al año, de un minúsculo rebaño que tiene, de esquilar en España, etc. Recolecta aceitunas para hacer aceite, come del huerto, etc Pero sobre todo, para denotar que es un currante, describe siempre las deficiencias de su cortijo con infinitas goteras, poca luminosidad, malas hierbas, etc
Los capítulos de El loro en el limonero son sobre sus vivencias una vez establecido: como subió al Mulhacen, como construyeron una piscina ecológica, como esquilaba un mes al año en Noruega para contar con fondos para ir tirando, etc Ha estado bien, me ha gustado ciertamente. También un poco soso como el antecesor, pero con las mismas descripciones concisas e ilustrativas y una literatura cuidada con la espontaneidad de un novato pero buen escritor.

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